La hemoaglutinación es un método donde no se mide la capacidad infecciosa de las partículas virales. Es una técnica indirecta para medir partículas virales, pues en realidad mediante esta técnica se mide la cantidad de partículas hemoaglutinantes (proteínas virales) independientemente si estas están incluidas en la partícula viral o libres como antígeno. La hemoaglutinación es uno de los métodos indirectos más comunes para cuantificar partículas virales y/o antígenos virales hemoaglutinantes en suspensión.
En esta los eritrocitos se pueden sensibilizar con diversos antígenos y se pueden usar como un sistema indicador. Así, si se descubren los anticuerpos, la reacción se revelará como una hemoaglutinación que se puede advertir a simple vista.
Existe una gran cantidad de antígenos que se pueden unir a los glóbulos rojos, entre ellos los carbohidratos que se adhieren con rapidez. En el caso de las proteínas se requiere un proceso de pretratamiento con ácido tánico o con cloruro de cromo.
El título de una hemoaglutinación está determinado por la última dilución de una serie, en donde se observa, macroscópicamente, una malla formada por la unión del virus y/o antígeno libre a receptores en la membrana de los glóbulos rojos y en la siguiente dilución un sedimento o “botón” de glóbulos rojos.
ATTE: Angel
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